Algunas curiosidades que desconocías sobre el descubrimiento fortuito del cacao

DÍA MUNDIAL DEL CACAO

En el Día Mundial del Cacao hacemos un repaso de la historia de este producto que llegó a nosotros por una bendita casualidad 

Aunque se sabe que el cacao proviene del fruto de un árbol originario de América, no se conoce con exactitud en qué región se halló por primera vez. La mayoría de investigaciones coinciden en que su historia data de hace unos 5.000 años en las cuencas del río Amazonas y que, desde allí, llega hasta América Central -específicamente a la región que hoy conocemos como México- transportado por los indígenas mesoamericanos, que lo utilizaban como reserva portátil de energía y agua. 

Pero investigaciones más recientes han demostrado que este fue descubierto accidentalmente, cuando los indígenas de América Central, que producían cerveza con la pulpa de las vainas de cacao, aprendieron a utilizar los desechos del proceso de fermentación para preparar una bebida no alcohólica que, a pesar de su amargo sabor, era muy apreciada. 

Los olmecas fueron los primeros en cultivar los primitivos arbustos de ‘cacauatl’

Esta información fue obtenida de vestigios de cacao hallados en fragmentos de cerámica que datan del 1100 y 800 a. C., que se encontraron en excavaciones arqueológicas realizadas en las cercanías de Puerto Escondido, Honduras, entre 1995 y 2000. Lo confirmo en un estudio de 2018, llevado a cabo por los antropólogos Rosemary Joyce, de la Universidad de California en Berkeley, y John Henderson, de la Universidad de Cornell en Ithaca, Nueva York.

La historia más remota del cacao comenzaría en la cultura maya, donde lo llamaban cacauatl y lo cultivaban y consumían mezclado con agua y especias, como la pimienta o el clavo, en una bebida conocida como xocolatl (“agua amarga”), y lo tenían por un alimento divino, por sus propiedades vigorizantes.

Los olmecas fueron los primeros en cultivar los primitivos arbustos de cacauatl, quienes se lo enseñaron a los mayas y se lo vendían a los aztecas. Estos tostaban y molían las semillas, haciendo con ellas una bebida amarga que se servía en las ceremonias religiosas.

Pulpa de la semilla del cacao  Getty Images/iStockphoto

Los aztecas conquistaron el territorio maya y se empaparon de su economía, incluido el cacao. Antes de la colonización, esta semilla ocupaba un lugar muy importante en las culturas indígenas, que preparaban esta bebida reservada a las élites y que utilizaban como ofrenda en las tumbas de los reyes mayas. Este alimento era tan importante que tanto los aztecas como otras culturas precolombinas lo utilizaban como moneda. 

Cristóbal Colón sería el primer occidental en probar la bebida, en un viaje a Nicaragua en 1502, aunque el sabor no le impresionó lo suficiente. Pero Hernán Cortés, cuando conquistó el imperio Azteca, sí le encontró mucho potencial.

Él fue quien introdujo la bebida de cacao en la corte española, donde le añadieron azúcar o miel para adaptarla a sus paladares, desacostumbrados al amargor del fruto. 

Cristóbal Colón fue oficialmente el primer occidental que probó la bebida

Durante más de un siglo, los españoles lograron mantener la receta en secreto, pero a partir del siglo XVII el consumo de cacao se extendió por toda Europa. Algunas voces afirman que con la expulsión de los judíos se expandió por Europa, otras que lo hizo en 1615 por la boda entre Ana de Austria (hija de Felipe III de España) y Luís XIII de Francia. Supuestamente, el cacao integraba la dote y el cardenal Richelieu fue el primer francés que lo probó.

Primero se difundió entre las cortes reales europeas, después entre las clases acomodadas, y finalmente entre el pueblo llano. A finales del siglo XVII, la bebida de cacao estaba tan arraigada como estimulante y medicamento que incluso había que pagar un gravamen. 

A medida que la fórmula del chocolate se difundía por Europa, las técnicas de elaboración desarrolladas por reposteros españoles se beneficiaron de las posibilidades técnicas que ofrecían las máquinas de la incipiente Revolución Industrial.

Bebida de cacao con especias  Getty Images

De Europa, el cacao daría el salto al resto de continentes. Los españoles lo llevaron a Filipinas y a algunas partes de Asia. Nuestros vecinos de Portugal se encargaron de llevarlo a Brasil y a Guinea. De ahí acabaría viajando hasta dos de los grandes países productores de cacao en la actualidad: Ghana y Costa de Marfil. Actualmente el 70% del cacao que se consume en el mundo procede de África Occidental.