VILLA GONZÁLEZ, STGO. REP. DOM. En un encuentro que se lleva a cabo cada año en este Municipio en el mes de Octubre fue celebrado en el día de ayer jueves y dedicado a una figura prominente y gran colaborador de este Municipio.
La Liga Sijo Delmonte y Consuegra de Nueva York y los Villagonzaleces Unidos de New York dedicaron ese torneo a Quique Santos Taveras de quien narramos un poco de su historia.
José Enrique Santos Taveras (Quique) describe la odisea jalda arriba de su vida mediante las inseparables prótesis del trabajo esforzado y la honestidad a toda prueba. Del muchachito de Villa González que acudía a la docencia de primaria descalzo, mesero del bar Nacional, limpiabotas andando las polvorientas calles calcinadas por el sol, José Santos Taveras ha demostrado a su sociedad como todo tipo de trabajo lícito, por humilde que sea, y la pasión por instruirse, reportan logros personales volcados al país.
Descalzo para acudir a recibir las primeras raciones del saber, como Manuel Arsenio Ureña y las privaciones terribles de Negro Veras, José Enrique Santos Taveras puede sin dificultad constituirse en el espejo en que más de uno debiera mirarse para crecer y ser útil a sí mismo y a su sociedad.
Comencé a saber de este ciudadano ejemplar, cuando el presidente Salvador Jorge Blanco lo designó Gobernador del Banco Central con apenas 38 años, y donde las intrigas políticas y la forma en como éstas sugestionaban al entonces gobernante, decidieron para desempeñar esa delicada función pública apenas por tres meses, decisión desafortunada que el gobernante reconoció posterior.
Recibirse de bachiller en el liceo nocturno Salvador Cucurullo de Santiago de los Caballeros, para luego sabanear un vehículo (camión, camioneta) que a esa hora lo condujese en bola hasta su hogar en Villa González , por cuatro años, de por sí, es una jornada recia que pocos pueden referir sufrir.
Obtener un motor para cubrir esa jornada diaria, fue quizás el primero de una cadena de triunfos de José Enrique Santos Taveras, a quien la tenacidad y el servicio público siempre han cortejado su carácter decidido y valiente.
Adquirir una estación de gasolina en el kilómetro diez de la carretera Sánchez y limpiar los vidrios de vehículos a clientes, son prendas de humildad connaturales en José Enrique Santos Taveras que inspiran, como su valor de exponer su verdad a los presidentes Jorge Blanco y Leonel Fernández, cuando su criterio diáfano hubo de exponer a ambos, al primero en el Banco Central, al segundo en la Superintendencia de Bancos.
Se recibió en la UASD de licenciado en Economía, que sintió era su fuerte, con especialidad en el área estructural productiva, donde demostraría sus notorias pero aún oculta destreza y dominio, que culminó luego de superar chicanas y zancadillas que le tendieron, en la realidad de Planeta Azul, el agua purificada que primero se llamó Ösmosis y un documental de Discovery Channel le prendió la chispa del color de nuestro planeta.
José Enrique Santos Taveras no se conformó con el título de la UASD, sino que obtuvo un Máster of Arts en Desarrollo Económico por Vanderbilt University de Nashville, Tennessee en l974, año en que regresó al país y e inmenso Fernando Periche Vidal, director de CEDOPEX, le designó jefe de la División de Demanda, sonsacado por José Vitienes para incorporarlo a Industrias Lavador como su asistente, y donde alternó con Carlos López Domínguez, a quien estima como el padre de la avicultura dominicana y al coloso de esa industria, el desaparecido Gregorio Mora Salom.
Como logró hacer rentable a la Fábrica Dominicana de Cemento, con talento, manejo diestro de los obreros y el apoyo de la guardia que dirigió el general del Ejército Arys Manuel de Jesús Burgos Villa, de grato recuerdo para quien escribe.
Administrador del Banco de Reservas; secretario de la Compañía Dominicana de Aviación; subsecretario y secretario de Finanzas; embajador Alterno en las Naciones Unidas; miembro titular de la Junta Monetaria y presidente del sector eléctrico EGEHID y ETED, son referencias del alto nivel de superación que ha logrado José Santos Taveras, empinándose sobre sí mismo, sin alterar su manera de ser para con todos, sencillo, solidario, honesto, sin rencores, es la semblanza de un auténtico winner y made self man.
En su trayecto hacia la cima. José Santos Taveras siempre dispuso de tiempo para cortejar la bohemia, pulsando la guitarra y vocalizando con reconocidas calidades en veladas con familiares y amigos.