El presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció este lunes su intención de armar a un millón de civiles como miembros de la Milicia Nacional Bolivariana, un cuerpo de apoyo a las fuerzas armadas que ya cuenta con cientos de miles de efectivos. El primer paso consistirá, señaló, en alcanzar los 500.000 milicianos, pero el objetivo final va más allá: “Iremos a la organización y entrenamiento de un millón de milicianos y milicianas organizados, entrenados y armados para defender la paz, la soberanía y la independencia de la patria”. Maduro, que ha exhibido el apoyo del Ejército en vísperas de la gran manifestación convocada por la oposición para este miércoles, aseguró además que habrá “un fusil para cada miliciano”. Durante un acto militar organizado con ocasión del séptimo aniversario del día de la milicia nacional destacó que su función será la de “defender su barrio, su territorio, su estado”.
La jornada buscaba ser una demostración de unidad del oficialismo. Primero, el mandatario ordenó a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) marchar en señal de rechazo a los que califica de “traidores de la patria”, en referencia a la oposición, que demanda la convocatoria de elecciones . En segundo lugar, recabó públicamente el respaldo de los militares. “La Fuerza Armada Nacional Bolivariana [FANB] preserva su unidad monolítica, granítica, y ratifica su lealtad incondicional al señor presidente”, proclamó el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.
Después de más de dos semanas de protestas, Venezuela atraviesa un clima de elevada tensión ante la movilización del miércoles. Los líderes opositores volvieron a retomar la iniciativa en la calle para manifestar su rechazo a las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia que suspendieron las facultades de la Asamblea Nacional, una decisión que esa institución rectificó al cabo de unos días.
El Ejecutivo de Maduro intenta vincular los episodios de violencia a la oposición, ante lo que sus dirigentes llamaron a movilizarse “en paz, pero con fuerza y contundencia, para obligar al Gobierno a ir a un proceso electoral”. Henrique Capriles, líder de Primero Justicia, partido mayoritario de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) criticó además el anuncio de ampliación de la milicia hecho por el presidente, asegurando que “Venezuela no quiere fusiles, quiere comida y medicinas”. El gobernador del Estado de Miranda, inhabilitado para desempeñar cargos públicos para los próximos 15 años, reclama también la liberación de presos políticos como Leopoldo López y el establecimiento de un canal humanitario para el ingreso de alimentos y medicinas en el país.