UNA SEÑORA MEXICANA DE 80 AÑOS SW TOTULA DRA. EN DERECHO SU TERCER TORULO UNIVERSOTARIO Y UN EJEMPLO PARA TODA LA JUVENTUD

“Tu naciste para estudiar, no para lavar ollas tiznadas”, recuerda María Dolores Ballesteros que le decía su padre cuando era una niña. Hoy tiene 80 años y ha seguido el consejo paterno al pie de la letra. Hace unos días se tituló en Derecho por la Universidad del Valle de México, y con este suma dos títulos universitarios y tres carreras estudiadas. Cuando era muy joven se tituló de Enfermería por una escuela incorporada a la Universidad Nacional Autónoma de México. Años después terminó Relaciones Internacionales en la UNAM, aunque no completó el trámite para obtener el título.

“Yo quisiera hacer miles de cosas en mi vida, pero ya solo voy a alcanzar a hacer dos o tres más”, dice Ballesteros a Verne tras resumir más de seis décadas de logros profesionales. La mayor parte de ese tiempo trabajó como enfermera en el Instituto Nacional de Cardiología, el Centro Médico Nacional y el Hospital Español, además de otras clínicas pequeñas. Se especializó en medicina interna y gastroenterología y fue testigo del primer trasplante renal hecho en México. También ejerció la enfermería en Estados Unidos y Canadá, a donde cuenta que se fue “de mojada” (sin papeles) en distintas etapas de su vida.

Ballesteros no recuerda las fechas exactas en la cronología, pero tampoco le da importancia. Tras muchos años de trabajo, decidió darse un respiro y volver a la universidad. Esta vez a estudiar Relaciones Internacionales, ya que le interesaba el trabajo humanitario de organizaciones globales como la Organización Mundial de la Salud. Más tarde, montó su propia escuela de enfermería en su casa ubicada en la delegación Magdalena Contreras (Ciudad de México). Hoy continúa ejerciendo la docencia y asegura que ha formado a más de 500 alumnos.

María Dolores Ballesteros (al centro) con una amiga y uno de sus nietos.Cortesía UVM

La convivencia con estudiantes y su infinita curiosidad la animaron a inscribirse en la carrera de Derecho. “Yo vivo feliz junto a los jóvenes, porque me inyectan salud, energía, entusiasmo”, asegura Ballesteros, quien describe como “excelente” su última incursión en las aulas: “Me fue maravilloso, porque me quedaba cerca la escuela y al ser mayor, siempre sentí el cariño de mis compañeros y profesores”. También pasó noches sin dormir, como cualquier estudiante, y tuvo que aprender a manejarse en el mundo digital.

“Me costó la lágrima el internet”, confiesa esta mujer octogenaria, consciente de la dificultad de aprender algo cuando no tienes ganas. “Como no quería, no podía, pero luego tuve la necesidad absoluta de presentar trabajos y lo tuve que hacer”. Las ramas del Derecho que más le gustan son el Derecho Civil, el Derecho Penal y el Derecho Agrario. También pertenece a los líderes comunitarios de su delegación (comuneros de la Magdalena Contreras), y ahora espera contribuir al grupo desde su nueva formación como abogada.

María Dolores tiene cuatro hijos y seis nietos, todos universitarios. Y también tiene consejos para los más jóvenes: “Nos quejamos de la crisis en nuestro país, pero no solo hay que lamentarnos. Hagan, empujen, apoyen una pequeña empresa, de dulces, de tamales, de jugos, de lo que sea, pero activen la economía de alguna forma”, sugiere. “Nuestro país es inmensamente rico y nos da muchas oportunidades, nada más tenemos que saberlas captar”. La clave, para ella, es siempre tener proyectos en mente: “Eso es lo que me mantiene viva”.

Fuente:elpais.com