La casita de la medalla de oro de los Panamericanos

“señores esto es imposible que estés sucediendo en mi país y así no podemos competir con ningún país y mucho hacemos que aunque sea Bronce y en algunos casos comseguimos plata y oro, pero por Dios Señor ministro de deporte, señor presidente pongamos a nuestros atletas a competir de verdad un atleta que pertenecen a los olímpicos y panamericanos no pueden vivir en esas condiciones, así no por Dios pongamos nuestro atletas a la altura de donde ellos se merecen !!!”

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Parte frontal de la modesta vivienda donde mal vive Estafanía Soriano en el sector “Las 100 Casitas”, en Bayaguana.La medallista dorada junto a su hijo Enzo y su madre Mireya Soriano Javier.Lincol Manuel Castillo y Ramón RodríguezBayaguana

“Cuando subí al cuadrilátero, lo primero que pensé fue en mi hijo de apenas dos años y luego confié en las orientaciones que me dio mi madre antes de partir a los  Juegos del Caribe. El resultado fue la obtención del oro para la República Dominicana”.

Así se expresa la judoca Estefanía Soriano rodeada del cariño y la alegría de su familia y decenas de vecinos que acudieron el sábado  a su humilde casucha ubicada en el barrio “Las 100 Casitas” de este municipio.

 Ella vive en  una estrecha vivienda propiedad de una tía, en compañía de su madre, tres hermanos y su pequeño hijo de dos años. Es la judoka de oro de los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe.

Soriano lleva 14 años dedicada al rudo deporte con su entrenador Ruddy Contreras, quien la reclutó para que formara parte del equipo de Bayaguana y los logros han sido extraordinarios.

La cotidianidad de Estefanía transcurre con muchas dificultades. El rancho de madera es de apenas dos habitaciones y por ello muchas de las labores domésticas se realizan al aire libre, en el patio.

“Siempre hemos vivido aquí confiados en que podemos mejorar nuestras condiciones. Mi madre hace algunas actividades para lograr parte del sustento de nuestra familia y ya nosotros podemos aportar algo para subsistir”, comenta “Alondra”, como le dicen sus más cercanos.

Ella siempre pensó en su hijo, puso todo el interés de obtener buenos resultados para mejorar las condiciones de su vástago y de su madre, ya que su padre desde muy pequeña la abandonó.

En la actualidad cursa el cuarto curso del bachillerato y se propone estudiar Ciencias Sociales en la universidad, siempre y cuando logre las facilidades necesarias.

“Tengo gran interés por ir a la universidad y ser una profesional destacada. Quiera Dios que ahora las autoridades olímpicas y el propio Gobierno puedan ofrecerme las facilidades de continuar desarrollándome y, sobre todo, cursar mi carrera profesional”,

Su versión

En República Dominicana no es nada nuevo ver a muchos adolescentes acoger algún deporte como carrera para salir de la pobreza.

Se puede ver en los diversos complejos deportivos o cualquier espacio, especialmente en el béisbol.

En el caso de Estefanía escogió el judo, deporte que le catapultó al subir a los más alto del podium de la categoría de los 54 kilogramos en los Juegos de Barranquilla.

Fue conmovedor ver a esta pequeña de estatura, pero gigante de corazón, con sus ojos humedecidos de la emoción levantar su brazo derecho en señal de triunfo.

Frente al público que la aplaudía, ahí estaba el Ministro de Deportes, Danilo Díaz, también el presidente del Comité Olímpico Dominicano, Luis Mejía Oviedno, quienes le entregaron el premio como testimonio de su hazaña. Poco después ella relataba su historia.

“No tengo más nada que los 4 mil pesos que gano en el Parni (Programa de Apoyo a los Atletas de Alto Rendimiento y Nuevos Valores)”, dijo que Soriano, quien debe mantener a su madre y sus otros cuatro hermanos, además de su niño Enzo, de apenas un año y nueve meses.

“Es una situación muy difícil, muy difícil”, insiste la atleta que también habla de las vicisitudes que ha vivido “para llegar hasta aquí”.

Ha estado a punto de dejar el judo, “pero no puedo, porque de esto es que vivimos”.

SUEÑO

Desde muy niña, a sus 6 o 7 años, Estefanía se le escapaba a su madre, recuerda, para irse a practicar judo con su hermano Carlos (Soriano) quien también practicaba judo. . Ahora sueña con que su esfuerzo sea premiado de alguna forma.

El Ministerio de Deportes ha ofrecido otorgar un salario en el Parni de no menos de 20 mil pesos a todo atleta que gane medalla de oro, Estefanía está muy contenta por ello, además recibirá un premios especial, según anunció el Ministro de Deportes, Danilo Día Vizcaíno. “Lo que más deseo es tener una casa o un apartamento para vivir con mi mamá, mis hermanos y mi hijo”, dijo llorando y muy compungida.

Tratando de secar sus lágrimas dijo entre sollozos “he trabajado duro, día a día para llegar hasta aquí, sabía que podía lograrlo y hoy estoy muy contenta y emocionada”. “¿Y ahora qué?”, pregunta, para luego irse en lágrimas.

fuente. listindiario.com